El ruido o vibración en el sistema de frenos no siempre supone que la solución esté en las pastillas de freno. Existen diversas razones para la aparición de este ruido y es necesario saber cómo darles solución. En nuestro post te las contamos.
Es probable que en algún momento hayas experimentado la confusión, sorpresa y agobio de escuchar un ruido en el sistema de frenos de tu coche y, si aún no te ha pasado, puede que te suceda en un futuro puesto que es una de las quejas más frecuentes de los conductores. Por eso, desde Road House, queremos explicarte a qué se debe ese ruido y qué soluciones existen para eliminarlo.
En primer lugar, hay que identificar de qué tipo de ruido se trata, para saber qué componente del coche analizar en busca de fallos. Es fundamental tener en cuenta que no necesariamente si se cambian las pastillas de freno el problema va a desaparecer.
Si el ruido es de alta frecuencia, entre los 1.000 y 16.000 hertzios, lo más seguro es que el fallo esté en los accesorios pequeños, como los bordes biselados o los shims. Mientras que, si el ruido es de baja frecuencia (entre los 10 y 1.000 hertzios) y va acompañado de vibración, el problema posiblemente esté en los grandes componentes, como la placa de respaldo o el disco.
Una vez identificado el ruido y detectado de dónde puede provenir el problema, veamos algunas buenas prácticas para prevenir y detectar los ruidos en el sistema de frenos.
Hay que identificar de qué tipo de ruido se trata, para saber qué componente del coche analizar en busca de fallos. Es fundamental tener en cuenta que no necesariamente si se cambian las pastillas de freno el problema va a desaparecer.
Limpieza de los componentes
La limpieza de los componentes del coche es clave para evitar los ruidos y los fallos. Los componentes sucios y oxidados tienden a causar vibraciones, por tanto, te recomendamos limpiar cada cierto tiempo con un cepillo de alambres principalmente aquellos componentes que están en constante contacto con otros.
Pastillas de freno correctas
Existen muchas pastillas de freno que son muy parecidas entre sí, lo que puede llevar a confusión y a terminar comprando las incorrectas para nuestro coche. Por eso, te recomendamos contactar con un especialista que te ayude en la elección.
Recuerda que, si las pastillas de freno no son las correctas, debes encargar otras antes que reprocesarlas o modificarlas.
Limpieza y engrasado de los pasadores
Las pinzas flotantes tienen pasadores que permiten el movimiento de la pinza. Mantener estos pasadores limpios y engrasados evitará fallos en la pinza.
Las pinzas fijas también pueden tener pasadores, en este caso para guiar las pastillas.
Si la pastilla no golpea toda la superficie del disco, se producirá un desgaste irregular que afectará tanto al disco como a la pastilla.
Por eso, es importante limpiarlos para que las pastillas puedan deslizarse correctamente.
Revisión de los componentes del sistema de frenos
Es necesario revisar y comprobar el muelle de pistón, que se encarga de amortiguar las vibraciones de las pastillas de freno.
Hay que ejercer cierta presión al montarlo, si está flojo no es efectivo. Además, hay que asegurarse de que no haya pasadores doblados.
Comprobación de la oscilación
Es sumamente importante evitar la oscilación del disco, para aumentar el confort y evitar la vibración.
Para comprobar la oscilación, debes seguir los siguientes pasos:
1.Mide el grosor del disco con un micrómetro: utiliza varios puntos equidistantes para la medición y no emplees sólo un punto para determinar el grosor.
2.Comprueba el aplanado del disco: supervisa la variación de planitud una vez montado y no utilices un solo punto para determinar el aplanado.
Reemplazo del disco
No esperes hasta que el disco esté totalmente desgastado para cambiarlo. Existen diversos escenarios en los que el disco ha de sustituirse por otro. En la imagen te mostramos los más frecuentes:
El estado disco de freno
Sustitución del líquido de frenos
Comprobar el nivel del líquido de frenos nos avisa si las pastillas están desgastadas, si tenemos alguna pérdida de líquido o si el nivel es correcto.
El líquido de frenos alcanza altas temperaturas que, en caso de ebullición, generaría burbujas de vapor en el interior del sistema hidráulico que provocarían un fallo en los frenos.
Recomendamos sustituir el líquido de frenos cada 2 años.
Estos son sólo algunos consejos y recomendaciones para evitar el ruido en el sistema de frenos y comprobar el correcto funcionamiento de nuestro automóvil. Sin embargo, para asegurarse de que todo está bien, lo ideal es acudir a un taller o a un especialista que nos indique dónde radica el problema y que sepa arreglarlo.